Ligiamariacoach Blog

Vivimos en una época donde pareciera que ganar la discusión, demostrar que tenemos la razón o mantenernos en lugares que nos lastiman es más importante que nuestra propia paz mental. Pero la verdad es que la paz no se compra con argumentos… se construye con decisiones . Y esas decisiones, muchas veces, implican salir de espacios tóxicos, dejar conversaciones que nos desgastan y soltar la necesidad de agradar o de ser aceptados en lugares donde nuestra alma no puede respirar. "Es muy fácil confundir felicidad con placer momentáneo" Nos vamos de viaje, salimos con amigos, compramos algo que queríamos… y sí, en ese instante sentimos alegría. Pero, ¿qué pasa cuando vuelves a casa? La ansiedad, la depresión, la inseguridad o ese vacío interno pueden seguir ahí, intactos. No es que viajar, salir o disfrutar esté mal, al contrario; pero, una vida equilibrada no se construye desde afuera,sino que se construye desde adentro. La transformación empieza cuando tomamos decisiones i...

  Hay momentos en los que creemos estar actuando desde el amor, cuando en realidad estamos desde una herida. Ofrecemos tiempo, apoyo, afecto y energía. Nos mostramos disponibles, comprensivos y leales. Pero en el fondo, muchas veces esa entrega viene acompañada de una expectativa silenciosa: "ser vistos, reconocidos, amados o simplemente incluidos" . Y cuando esto no sucede, cuando no recibimos de vuelta lo que creíamos justo, el alma se resiente . Porque " dar desde la carencia, desde la necesidad de aprobación, desde la pertenencia o la validación es un acto silenciosamente peligroso que afecta tu alma " . Parece amor, pero no lo es. Es más bien, una reacción inconsciente de nuestras partes no sanadas : esas que aún esperan que alguien más nos dé lo que no recibimos cuando más lo necesitábamos. Esas que creen que, si damos más, si agradamos más, entonces seremos suficientes. Pero dar desde ahí desgasta, agota y Vacía. Y muchas veces el cuerpo lo manifiesta : co...

Hay una historia que me cautiva profundamente: la de Alejandro Magno . Un hombre de carne y hueso, mortal como tú y como yo, pero con un poder inigualable. Un poder que lo volvió imparable e invencible. Un poder que le permitió ser y hacer lo que se propusiera. Ese poder no venía de un ejército ni de un trono heredado. Era mental, emocional y espiritual . Y lo más asombroso es que: tú también puedes acceder a ese poder… si estás dispuesto o dispuesta a pagar el precio. ¿Sabes cuál era ese poder? Desde pequeño, su madre le repetía que él era hijo de un dios. Sí, literalmente creció creyendo que era un semidiós. Esa creencia, sembrada con intensidad emocional desde su infancia, moldeó su identidad, su percepción de sí mismo y su manera de ver el mundo. Esa fue su realidad. Ahora bien, llevémoslo a nuestra vida cotidiana. E n nuestro cerebro existe un sistema llamado Sistema de Activación Reticular (SAR). Este actúa como un filtro que nos muestra solo aquello en lo que creemos, pensamos...